viernes, 18 de noviembre de 2011

De una noche.

Me importa poco, o al menos es lo que quiero;
dejar los golpes de pecho, de culpas librar mis sueños.

Mandar mucho a la verga los prejuicios que desatan mis placeres,
y continuar sientiendo la inercia de tus quereres.

¿Qué onda con el agüite, con esa cruda moral?
Contradices tu discurso que dizque muy liberal.

Pero yo tengo la culpa de tirarle a lo falaz
y de no pintar mi raya, de idealizarte chinga!

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